31 de diciembre de 2008

Los autos con hocico

Los autos con hocico

Particularidades del diseño automotriz

Desde un tiempo a esta parte estoy viendo la presencia de una moda en el diseño de los autos.
Me refiero a que los diseñadores estuvieran empecinados en mostrar en la personalidad del vehiculo la presencia de una trompa con marcados rasgos similares a un hocico de un animal, por así decirlo. 
Es mi impresión, claro esta. Pero como ejemplo, puedo comentar que en el diseño del VW Fox, del VW Gol Trend, del Corsa II, del Toyota Corolla, del Peugeot 307 y del nuevo Peugeot 207, por nombrar algunos ejemplos de los ejemplares que se venden en Argentina se refleja lo que quiero comentar.
¿A que me refiero con hocico, o trompa pronunciada?
Es cuestión de fijarse en el capot y la parte delantera del vehiculo en donde antes se diseñaba un capot plano, con sola una fina línea de poco relieve sobre el mismo, ahora es como si le hubieran inyectado botox al mismo.
Todo esto no es casualidad sino que busca imponer en el auto más presencia, más cara frente a la competencia. Si se nota evidentemente en los VW que mencione líneas arriba, el ejemplo más contundente que he visto en estos días es en el nuevo Peugeot 207. 
Además de que los faroles delanteros, u ópticas delanteras ya han invadido parte de los guardabarros delanteros, también han tomado parte del diseño del capot, entonces, si el capot es elevado en su parte delantera, pareciera que parte del capot fuera de cristal con la presencia de estos faros. 
Si uno observa el diseño del capot desde el parante A y viendo como va el capot del auto y sobre todo del guardabarros delantero hacia adelante, lo que se ve ahora es que se ve el faro. Antes eso no sucedía. De hecho, esta moda no corre por igual para todas las marcas. Por ejemplo, Renault, el competidor francés del Peugeot, todavía prefiere los capos planos o apenas sobreelevados en la parte del guardabarros, por ejemplo en el Clio. Pero los capots planos de esta marca se ven en el Logan y en el Megane I y II. No así en el nuevo Megane III que esta siendo presentado en este mes en Europa y que se construiría en el Mercosur hacia fines del año que viene.
Volviendo a los autos con diseño de trompa tipo hocico (como me atrevo a llamarlo) da la sensación, a primera vista, que los faroles están mas expuestos a ser lastimados, por ejemplo, por granizo, ya que no solamente hay que preocuparse de que no toquen con otro auto solamente por la parte de adelante de los mismos, sino ahora hay que fijarse bien si son tocados de costado y ahora, como en el 207, que uno no se siente directamente sobre ellos cuando uno quisiera sentarse en el borde del capot.
Hay una razón de material de construcción del porque de estos faros. Es que los faros hace tiempo que son hechos de policarbonato, que reemplazo al vidrio, y al ser un elemento mucho mas maleable que el vidrio, además de la ventaja que son mas liviano que el vidrio, con el consecuente baja en el peso general del vehiculo y del consumo de nafta del mismo, permite darle mas expresión en la presentación facial del auto, por así decirlo, que es la parte frontal del auto. Al principio el policarbonato sirvió para reemplazar a los faros de vidrio tal cual venia en el diseño del auto pero luego abarcaron las luces de guiñe e incluyendo a los mismos y ahora avanzaron hacia los guardabarros y parte del capot. Así, por ejemplo, en Peugeot, que su emblema es el león rampante, ha querido aumentar la cara felina en sus vehículos. Antes en el tiempo, con el uso del vidrio, le fue casi imposible, sino con recordar la cara de los Peugeot 504, 505, 205, 106 y Partner se ve dicha imposibilidad. Ahora con el uso del policarbonato, los nuevos modelos y los restylings de los no tanto apuntan a eso.
También esto se ven en modelos japoneses varios y en el diseño de nuevos vehículos o rediseño de los que vienen circulando hace tiempo. Faros mas grandes, diseños mas osados y mas curvas en los mismos, siguiendo el diseño tipo de punta o como los nombro en el titulo de esta nota, como si tuvieran hocico, una cara con ojos y mentón bien definidos en la facial del auto.
Esto me hace recordar una película muy interesante en cuanto a los efectos especiales y muy buena en cuanto a entretenimiento para pasar el rato y estrenada en este año y que es “Meteoro”. En la misma los autos reflejan la personalidad del que los conduce en forma muy evidente, sobre todo en el aspecto, el diseño y en las extraordinarias capacidades mecánicas de cada uno de ellos.
En la vida real, si bien no se puede emular cien por cien las características mecánicas de estos autos de ficción, los diseñadores quieren hacer que al menos, tengan y muestren una figura y una personalidad que puede al futuro dueño del auto gustar y sentirse reflejado en el mismo. Y esto es simplemente una estrategia más de marketing para ganar dinero y sobrevivir en el cada vez más variado mercado automotriz argentino y mundial.
Esperemos que los próximos diseños por venir sean buenos y no pequen en exceso de verborragia grafica, por así decirlo.
Hasta la próxima.



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